Como algunos de ustedes saben, producto de un absurdo "accidente" hace unos 3 meses, he estado con algunos problemas que me han tenido alejado de este blog. No sé si es pura casualidad, o producto del estrés, o si es por el medicamento que estoy tomando, pero ando con la actividad onírica alborotada. No sólo estoy soñando todas las noches (en realidad todos lo hacemos) sino que además me estoy acordando al levantarme de lo que soñé.
Lo que relato a continuación es un sueño que tuve hace 2 o 3 noches. No se preparen para un relato como los de Daniel Samper Ospina en su columna en semana, en los que se inventa unos sueños para al final tratar de hacernos reír con su sarcasmo político (se hace énfasis acá en la palabra "tratar" porque la verdad es que sus columnas, a salvo por algunas excepciones, dan grima); cabe, como mensaje preventivo, decir que Samper Ospina hace poco sacó un libro llamado "el club de los lagartos"; le hizo tanta propaganda en twitter que terminé comprándolo con la platica que me había dado mi cuñada de navidad, y ahora puedo decir que nunca había tenido un regalo de navidad tan pecueco. El libro es malo, desde la página 1 hasta la 234 (hasta ahí aguanté; ahora uso el libro como porta-vasos para evitar manchar mi mesa de noche); así que NO LO COMPREN, que en el Exito seguro que se consiguen porta-vasos más baratos (y divertidos)!!!
Volviendo al sueño en cuestión. Estaba en la plaza de toros de Manizales en una tarde cualquiera de ferias. Yo estaba en tendido 4. Estaba Juan Mora en el ruedo toreando un marranito negro. Era un marranito de unos 50 cms de alto, hagan de cuenta igualito a "Babe el cerdito valiente", pero versión niche. Entonces el marranito corría al encuentro con la capa y Juan Mora le hacía pases toreros: una chicuelina por aqui, una verónica por allá. Arte puro, pero en cámara lenta producto de la velocidad natural a la que puede correr un marrano. Así que el marranito corría a velocidad porcina (precisamente al estilo de "el cerdito valiente"), y el torero lo esperaba y le hacia el pase (desde ahí me di cuenta que tenía que ser un sueño porque Juan Mora era mas alto que el marranito).
Pero como bien sabemos, no existe tal cosa llamada "marrano de lidia". En consecuencia, los cerdos no están hechos para las corridas de toros, y como era de esperarse, éste se cansó. Normalmente cuando un toro se cansa simplemente saca la lengua y como ya no sirve para lo que lo trajeron, se hace candidato a su estoconazo. Pero al marranito no. Juan Mora se acercó y en un gesto compasivo empezó a darle aguita porque tenia sed. Primero le hacia un charquito de agua en el suelo del ruedo, pero ahí no le gustaba. Resultó salamero el cerdito. Entonces el gran Juan le empezo a dar agua con su propia mano y ahi si el marranito tomaba gustosamente, rehidratándose después de la ardua faena. Todos estuvimos de acuerdo en que pa' que matar al marrano y al final lo indultamos.
Sueño con final feliz? No necesariamente. O bueno, si ud es un antitaurino, tal vez si. Porque después vino la segunda parte.
Estando sentados en la plaza de toros, y como el marrano se cansó, pues ya no había bicho pa'torear. Y aunque en Manizales los toros de regalo están prohibidos, en mi sueño no lo estaban y el alcalde decidió que podía salir al ruedo un toro extra (habitualmente es el torero el que regala el toro, pero este era un sueño, así que no todo puede ser ajustado al reglamento taurino, y eso por no entrar a hablar mal del alcalde de Manizales que es también medio inepto).
Se ha dejado venir este TOROTE como de 600 kilos y puro músculo. Porcentaje de grasa corporal probablemente por debajo del 2%. Y cuando todos esperábamos que saliera de los corrales al ruedo por la puerta de los sustos, de repente lo veo al lado mio bajando por las escalinatas del tendido 4. Y llega a la barrera y de un saltito bastante elegante y medio "guey" (sería en realidad "gay" pero en español los extranjerismos se escriben como se pronuncian - ya es Catar y no Qatar-) se lanza al ruedo. Y ahí se armó Troya. Porque este toro además de ser una mole de puro músculo, corría en cámara rápida. Era como si tuviera un volador en donde sabemos. Y atropelló a cuanto torero y subalterno se atravezó. El primero que salió volando y cayó sobre la nuca fue precisamente el pobre Juan. Y de ahí siguió con los subalternos que en vez de ayudar corrían a esconderse al burladero. El problema es que por alguna razón, el toro cabía por el burladero y por tanto los subalternos tenían que salir corriendo por el otro lado del burladero.
En medio del caos total me desperté. La imagen viva de toreros y subalternos todos regados por el suelo del ruedo Manizalita, de un toro bajando las escalas y metiéndose a los burladeros y de Juan Mora haciéndole medias verónicas a un marrano me hicieron carcajear por un buen rato mientas le contaba a mi esposa detalladamente los pormenores del sueño; ella entretanto se reía y a la vez me miraba como "ud si sale con unas cosas muy raras".
Raras si. Pero es que ante un hueso como "el club de los lagartos", hasta una corrida de cerdos resulta entretenida.
Revise la fecha de caducidad del medicamento que esta tomando dr... porque solo con medicina vencida se puede soñar asi! jejeje... primera vez que leo su blog jaru. un abrazo.
ReplyDeletechelodecastro.
Uhmm prefiero tus escritos cuando estas sano y sin tomar medicamentos.
ReplyDelete