PETA (People for Ethical Treatment of Animals) me cae como una patada al hígado. No por lo que pregonan y representan que en verdad admiro, sino por lo fanáticos. Yo también disfruto de los animales, así me gusten las corridas de toros (si, aunque a algunos anti-taurinos les cueste creerlo, los amantes de las corridas de toros no odiamos a los animales). Siempre tuve mascotas, y si alguien pasa por mi colección fotográfica encontrará muestras de mi gusto por los animales. Me sacan de quicio eso si, aquellos dueños de mascotas que tratan a sus animales como humanos. Llegamos a extremos tan absurdos como de tener "espás" para perros, "psicólogos caninos" para tratarle "la depresión al perrito" y de gastarnos miles de dólares en ortopedista, endocrinólogo, urólogo, gastroenterólogo y en seguros de salud para los animales. La humanización de las mascotas es algo completamente absurdo.
Como claramente dice en ambas definiciones, es claro que el sujeto que está experimentando el dolor debe tener la capacidad de poder procesar en el sistema nervioso el estímulo doloroso, darle interpretación, y de allí entonces al ser consciente de ello producir una respuesta emocional al sentirse lastimado, amenazado, indefenso, vulnerable, etc.
Con el debido respeto, les recuerdo que a fin de cuentas un perro es solo un perro. Así lo humanicemos y le atribuyamos emociones humanas a cierta mirada, meneo de cola, comportamiento o ruido que la graciosa mascota pueda hacer.
Y así mismo, un toro es eso: un toro.
Y acá viene el otro mito: la humanización del toro. En el afán anti-taurino por avanzar su agenda, y ante la falta de argumentos lógicos (ver la anterior entrada de este blog) para sustentar la gran cantidad de falacias que se inventan, bueno es echar mano de otra estrategia, que es la de producir lástima (o "pesar" como decimos en Colombia) por el toro de lidia. Y han hecho esto atribuyéndole características propias del ser humano, como es la del sufrimiento.
"Cómo sufre el pobre torito: Todo ese dolor, como se vomita y asfixia en su propia sangre, que horrible que quede consciente y se dé cuenta de todo a su alrededor después que lo apuntillan y queda cuadriplégico, y lo llevan en el arrastre mientras la gente se levanta a aplaudir".
El sufrimiento ha sido descrito en muchas formas pero en general "es un estado de distrés más o menos permanente experimentado por el sujeto al enfrentar una amenaza percibida como capaz de destruir su propia integridad física o psicosocial, y ante la cual se siente indefenso y vulnerable".
Dolor también tiene su propia definición: "es una desagradable experiencia sensorial y emocional que se asocia a una lesión real o potencial de tejidos".
Como claramente dice en ambas definiciones, es claro que el sujeto que está experimentando el dolor debe tener la capacidad de poder procesar en el sistema nervioso el estímulo doloroso, darle interpretación, y de allí entonces al ser consciente de ello producir una respuesta emocional al sentirse lastimado, amenazado, indefenso, vulnerable, etc.
Entonces la pregunta que sigue es si el sistema nervioso del toro tiene la capacidad de procesar esa información y de producir una respuesta emocional al estímulo doloroso. La respuesta es muy sencilla: si nos atenemos a la anatomía del sistema nervioso central del toro, y en particular a las características de su corteza cerebral (que es donde se desarrollan todas las funciones mentales superiores), entonces la respuesta es no.
La corteza cerebral es donde hay mayor cantidad de neuronas y mayor cantidad de conexiones entre ellas. Son estas neuronas super-especializadas, con sus múltiples sinapsis (o conexiones con otras neuronas) las que permiten reconocer los diferentes estímulos externos, analizarlos, coordinar una respuesta adecuada tanto motora como emocional (llámese tristeza, ira, alegría o miedo, las cuatro emociones primarias).
El problema es que la anatomía nos muestra que la corteza cerebral del toro no tiene el grosor (o sea el número de capas neuronales) que tiene el cerebro humano, y biopsias de tejido cerebral vacuno muestran que el conteo neuronal y el número de conexiones interneuronales son mucho menores que en el cerebro humano.
De hecho, el toro es considerado, entre los mamíferos mayores, como uno de los animales menos inteligentes y mas instintivos que hay.
De modo que las posibilidades de que el toro este en condiciones de ser consciente de los diferentes estímulos ambientales (dolorosos y no dolorosos) son casi que nulas. Si claro, dolor si siente, pero no en el contexto que nosotros entendemos el dolor. Para nosotros el dolor fâsico va acompañado de ansiedad: estamos pensando en porque nos duele, si es algo grave, y si ese es el caso que consecuencias nos puede traer hacia el futuro (lo que se llama el contexto del dolor). El toro en cambio no tiene la capacidad de hacer ese raciocinio. El toro no tiene la capacidad de ponerse a pensar si lo que tiene es una apendicitis o lo que tiene es una espada en su lomo, o de angustiarse si se esta asfixiando en su propia sangre. Sencillamente no entiende. No es consciente de estarse asfixiando, y para el toro no tiene ningún contenido emocional si la asfixia es por sangre o agua o babas. Simplemente se echa como una respuesta instintiva lógica a la falta de oxígeno. Por ello no sufre en el sentido que los humanos entendemos el sufrimiento.
Lo que sucede con muchos anti-taurinos cuando hablan del sufrimiento del toro, es que dicen "pues como no va a sufrir alguien que ve que se está asfixiando en su sangre, o como no va a sufrir alguien que tiene una espada y unas banderillas clavadas" o cuando al toro se le descabella y queda cuadriplégico, pues "como dicen que no esta sufriendo el animalito"; algunos incluso aventureramente dicen que "el toro sabe que se esta muriendo".
El toro NO SABE que es ser cuadriplégico. El toro NO SABE que se esta muriendo. El toro no tiene la corteza cerebral equipada para entender el concepto de muerte, el concepto de cuadriplejía y por tanto no puede angustiarse cuando está en estas situaciones. El toro no tiene la capacidad cerebral para sentirse humillado o triste o iracundo porque lo están arrastrando y todo el mundo está aplaudiendo. No hay componente emocional involucrado. El toro NO SUFRE en ese momento porque no puede racionalizar lo que sucede, y esa es una condición sine qua non para poder sufrir: ser consciente de la situación desesperada en la que se está.
Cuando asumimos que el toro percibe, entiende y se angustia como lo haríamos nosotros, lo que estamos haciendo es humanizar al toro. Atribuírle características que no corresponden a su especie.
Todo lo anterior son verdades a puño. Son evidencias científicas que no resisten discusión alguna.
Para tener una discusión seria, hay que deshumanizar al toro, y de ese modo sacar de la conversación las pasiones, las ideas erradas, y los mitos y leyendas que se han ido afianzando producto de la desinformación patrocinada por el llamado movimiento antitarino. Y termino con el mismo comentario que terminé mi entrada anterior: si es usted un antitaurino, tiene el derecho a querer acabar con las corridas de toros. Pero utilice argumentos serios, no haga de idiota útil.
Jabusapies
ReplyDeletePues si, no sufren, cuando los estàn matando no se angustian pensando en quien va a pagar la universidad de los 25 novillos que tienen ni de donde va a sacar la vaca viuda para pagar la hipoteca,
Pero y el dolor que? Te parece bien encontrarle belleza al hecho de herir a un ser vivo por simple diversiòn? No estamos hablando de supervivencia alimentaria ni de protección ante un riesgo inminente de muerte, estamos hablando de matar solo para divertirse, aunque sea deberìas encontrarle algùn asunto etico a esa vaina. Es tan perverso el muchachito que desmembra insectos por divertirse (aunque al menos el niño no tiene completa capacidad de diferenciar el bien del mal) que el viejo hecho y derecho que se va a entretenerse viendo que maten toros. En ultimas si se trata de mostrar la superioridad del hombre sobre la bestia, pongan al torero y al toro a hacer un sudoku a ver quien termina primero (aunque no veo tan clara la superioridad intelectual de un torero comparado con un toro, digo)
He intentado mantenerme alejado de hacer juicios de tipo ético o de "si algo me parece bien" (entre otras cosas encontrarle belleza a algo no es "bueno o malo" simplemente pasa. Si extrapolamos su pregunta, uno podria entrar a juzgar a aquel que le parezca bonita una mujer que a los demás nos parezca fea).
ReplyDeleteEl debate ético me parece legítimo, pero acá estamos intentando mostrar desde un punto de vista racional, utilizando argumentos demostrables, que muchas de las razones que invocan los anti-taurinos son basadas en falsas realidades.
El toreo nunca se trata de mostrar la "supremacía del hombre sobre la bestia".