Saturday, August 11, 2012

Londres, Pajón y Nuestra Narco-cultura

Para mi los deportistas no son héroes. Parece ser que tengo mi propia idea de lo que es un héroe, porque muchos parecen estar en desacuerdo conmigo. Para mi los deportistas son sobrevalorados, y son pagados en demasía para la función social que realmente cumplen.

Yo no entiendo como tipos sean pagados millones de dólares tan solo por saber manejar un balón con los pies, mientras que otras profesiones con un valor social mucho más alto (profesores, policías, organismos de socorro, o sea los verdaderos "héroes") no sólo son remunerados muy por debajo de su valor social, sino que son los primeros en recibir recortes en su salario (o despidos) cuando una crisis aparece.  

Lo entiendo como negocio. Lo entiendo como algo lógico ante los millones de dólares que se mueven alrededor de los deportes que atraen multitudes.  Pero filosóficamente se me hace absurdo. 

Habiendo dicho lo anterior, es imposible ser indiferente ante los logros de nuestros deportistas en Londres. 

Estar lejos del país tiene sus cosas buenas. Por algo estamos lejos. Y de hoy en día es mucho más fácil estar bien enterados de lo que pasa en cualquier parte del mundo. Pero también hay momentos en los que uno quisiera estar allá en la tierrita y en los que no hay internet y "globalización" que valga. Como por ejemplo cuando Mariana Pajón se gana una medalla de Oro y no hay por donde ver la carrera y le toca a uno conformarse con seguir los resultados por twitter. 

Así me tocó a mi. Y la expectativa por twitter era toda. Decidí encerrarme unos 5 minutos antes de la carrera en la oficina y me dediqué a darle "refresh"a twitter por ahi cada 15 segundos. El ruido twittero era impresionante. Los mensajes de ansiedad, tensión, optimismo, ánimo, etc se multiplicaban en medida que se acercaba la carrera. Y uno podía sentir a medida que la carrera se iba acercando el nivel de estrés se iba elevando.

Luego sucedió algo que nunca había visto: de un momento a otro hubo un silencio total en tuiter. Nadie posteaba. Y uno sin poder ver la HP carrera. Le daba "refresh" por lo menos cada 2 o 3 segundos a ver si alguien decía que Mariana iba de primera, o de última, o que se había caído, en fin...cualquier cosa;  pero el silencio twittero fué implacable y de unos 45 segundos de duración aproximadamente.  Nadie hablaba (o mejor dicho, nadie posteaba). Era como si twitter se hubiese congelado.

De repente aparecieron todos los twitteros casi al unísono con mensajes tipo "Oro hijueputas!" y "Mariana mamacita" y otras cosas parecidas;  yo también en ese momento "celebré" solo frente al computador dicendo en voz baja "oro hijueputas" y cerrando el puño de mi mano derecha; y de un momento a otro todos éramos Colombianos. Ya no había regionalismos, ni izquierda o derecha, Uribistas o Santistas, etc, etc. Un triunfo deportivo, al menos momentáneamente, había borrado una cantidad de barreras imaginarias que nos hemos dejado imponer y que tienen al país tan dividido.

Fue algo como esto:



Sigo insistiendo que los deportistas no son héroes. Pero algo que dijeron hoy en Twitter un rato después de que pasaba la euforia (y nos volvíamos seres racionales otra vez) y que me dejó pensando: éstos deportistas son todo lo contrario, son la total antítesis a la mentalidad que nos han dejado 3 o 4 décadas de traquetos, narcos y hampones. Al "todo vale".

Nuestros deportistas se han preparado durante años, han persistido a pesar de repetidas lesiones, falta de apoyo y recursos. Se han hecho a punta de veder empanadas, boletas para rifas y trabajar en construcción: se prepararon para aprovechar la oportunidad cuando se les presentase, y así a todos darnos una lección de dignidad. Nada mas anti-traqueto que esto.

Eso es valioso. Eso es de mostrar. Y eso, tal vez, sí sea de héroes. 

Sunday, May 27, 2012

Mi encuentro con Cicerón.

A pesar de estar usando todo mi arsenal clínico, yo no le lograba ver lo loco a Cicerón. Hablaba articuladamente y todas las propuestas que me hacía mientras lo seguía por los diferentes corredores del Hospital Psiquiátrico San Juan de Dios de Manizales eran completamente razonables.

Yo lo conocía hace apenas unos 15 minutos, pero el me conocía desde hacía mucho tiempo. Eso era obvio por la forma en que me saludó cuando me bajé del carro. La vida por alguna razón quiso que la mayoría de mis amigos médicos compañeros de carrera terminaran siendo Cirujanos Plásticos o Psiquiatras. Por ello, no era extraño para mi visitar los pabellones psiquiátricos de Manizales.

Ese día en particular iba buscando a Cuéllar, que trabajaba allí en las tardes. No era inusual ver a los pacientes deambulando por todas las áreas de la clínica, incluyendo las áreas públicas. Siendo una clínica donde se trataban casos crónicos, muchos pacientes ya eran asiduos visitantes o incluso vivían más tiempo allí que en sus propias casas. Así que al llegar a la clínica y dejar el auto en el parqueadero se encontraba uno con varios pacientes que se acercaban a saludar muy amablemente.

Ese día apenas me bajé del auto y me dirigía a la entrada principal se me acercó este negro inmenso, más o menos 1.80 metros de estatura, con una gordura evidente y con cicatrices en los pómulos y las cejas. Unos 35 años de edad. Caminaba lentamente hacia mí y tenía la vestimenta de cualquier otro paciente que uno se puede encontrar en una clínica psiquiátrica: un blue jean que probablemente no lavaba hace semanas y una camisa de manga corta dejaba ver parte de su protuberante abdomen negro por su parte inferior.

- Quiubo Doctor!!! Me saludó. No sonreía y ciertamente su aspecto era medio amenazante.

Todos tenemos tendencia a tenerle miedo a los locos. Especialmente los que pueden estar agudamente descompensados de su enfermedad mental pueden ser agresivos, como mi compañera de colegio Elsa Carvajal puede atestiguar cuando un loco le pegó en la espalda en una visita que hicimos a la misma clínica. El loco acusaba a Elsa de robarle "la cachuca" (o sea, una cachucha). Por un tiempo Elsa tuvo como apodo "la cachuca" en el salón. Ella respondía sólo con mala cara y pellizcos de esos "arranca-pedazos".

 - Quiubo Doctor!!!

- Quiubo hombre, como estás - le habré dicho. Uno los saluda, les sigue la corriente. En Colombia existe el dicho de que "Doctor es cualquier hijueputa" pero en este caso el tipo auténticamente me reconoció. Yo no lo había visto antes pero era perfectamente posible que me hubiese reconocido en una de mis tantas visitas al pabellón psiquiátrico del Hospital de Caldas.

- Que hace usted por acá Doctor.

-Vengo buscando al Doctor Cuéllar.

- "Yo sé donde está", me dijo.  "Está arriba en el segundo piso en la sala de la mesa de pin-pón (tenis de mesa) con un paciente".  Si quiere lo llevo hasta allá, doctor.

Mi primer instinto me dijo que mejor siguiera como siempre hacia la recepción y preguntara por él, pero no quise hacerle el desplante, así que dubitativamente acepté. Lo seguí por varios recovecos mientras  no le quitaba la mirada de encima, y entre tanto yo me recriminaba: "soy el único huevón que se pone a hacerle caso un loco y me voy a andar un hospital detrás de él" pensé.

- Oigame, y ud como se llama, le pregunté, mientras mentalmente me decía "es que ni mesa de pin-pón deben tener en este HP hospital".

- "Cicerón", me dijo.  Algún otro par de preguntas me contestó de manera bastante lúcida.

Llegamos a un área del segundo piso donde efectivamente había una mesa de pin-pón. Había dos pacientes jugando. "Muchachos que se hizo el Doctor Cuéllar" les preguntó Cicerón y uno de ellos contestó que se acababa de ir para el pabellón de agudos. "ah, que embarrada. OK doctor venga lo llevo hasta allá". Yo ya estaba tranquilo: el tipo contestaba adecuadamente las preguntas, la mesa de pin-pón si existía y había testigos de que mi amigo había estado allí donde él dijo hasta hace poco, así que le dije "vamos!".

- Cicerón, y esas cicatrices en la cara de que son? - Le pregunté mientras caminábamos. " Cuando era joven practiqué el boxeo" - me dijo, "pero no era muy bueno y esas marcas me quedaron de esas madereadas que me metían".

Seguimos conversando y yo lo veía cada vez menos loco. De hecho no le notaba lo loco por ninguna parte.  Llegamos a agudos. Cuéllar no estaba tampoco allí, pero al preguntarle a alguien que hacía limpieza nos dijo que acababa de dejar el pabellón, pero ni idea hacia donde.

- "Bueno Cicerón, ahora que hacemos"?  le dije, ya confiado pero a la vez evaluándolo a ver que me decía.

- Pues doctor, lo mejor que podemos hacer es ir hasta la entrada y llamar al Dr Cuéllar por el alto parlante para que sepa que usted está acá buscándolo".

Ni a mi se me había ocurrido. "Bueno, lléveme hasta allá", le dije, y emprendimos camino. En 3 minutos estábamos llegando. Cicerón se acercó a la cabina donde estaba la ventana para la recepción y le dijo a la niña que si por favor llamaba por alto parlante al Dr Cuéllar que "acá el Doctor lo esta esperando".

"Yo no sé este man que hace acá" pensaba yo;  Tengo que decirle a Cuéllar lo bien que está Cicerón".

Mientras llamaban a Cuéllar por el alto parlante, Cicerón regresó a donde yo estaba.

"Oiga Cicerón" - le dije- usted de donde se acuerda de mi?

- Del Once Caldas, Doctor.

Efectivamente, pensé. Mi papá fué de la Junta Directiva del Once Caldas y fueron muchas las reuniones, asados y concentraciones a las que El me llevó hasta que tuve unos 14 o 15 años. Me pareció increíble que se acordara de mi de hace tanto tiempo, y rápidamente hice un recuento mental de las alineaciones del Caldas de todos esos años a ver si había algún Cicerón por ahí.

- Del Once Caldas? - pregunté.

- Claro doctor: usted era el arquero y yo el delantero. 

Tuesday, February 28, 2012

Hay que Deshumanizar al Toro.

PETA (People for Ethical Treatment of Animals) me cae como una patada al hígado. No por lo que pregonan y representan que en verdad admiro, sino por lo fanáticos. Yo también disfruto de los animales, así me gusten las corridas de toros (si, aunque a algunos anti-taurinos les cueste creerlo, los amantes de las corridas de toros no odiamos a los animales). Siempre tuve mascotas, y si alguien pasa por mi colección fotográfica encontrará muestras de mi gusto por los animales. Me sacan de quicio eso si, aquellos dueños de mascotas que tratan a sus animales como humanos. Llegamos a extremos tan absurdos como de tener "espás" para perros, "psicólogos caninos" para tratarle "la depresión al perrito" y de gastarnos miles de dólares en ortopedista, endocrinólogo, urólogo, gastroenterólogo y en seguros de salud para los animales. La humanización de las mascotas es algo completamente absurdo.

Con el debido respeto, les recuerdo que a fin de cuentas un perro es solo un perro. Así lo humanicemos y le atribuyamos emociones humanas a cierta mirada, meneo de cola, comportamiento o ruido que la graciosa mascota pueda hacer.

Y así mismo, un toro es eso: un toro.

Y acá viene el otro mito: la humanización del toro. En el afán anti-taurino por avanzar su agenda, y ante la falta de argumentos lógicos (ver la anterior entrada de este blog) para sustentar la gran cantidad de falacias que se inventan, bueno es echar mano de otra estrategia, que es la de producir lástima (o "pesar" como decimos en Colombia) por el toro de lidia. Y han hecho esto atribuyéndole características propias del ser humano, como es la del sufrimiento.

"Cómo sufre el pobre torito: Todo ese dolor, como se vomita y asfixia en su propia sangre, que horrible que quede consciente y se dé cuenta de todo a su alrededor después que lo apuntillan y queda cuadriplégico, y lo llevan en el arrastre mientras la gente se levanta a aplaudir".

El sufrimiento ha sido descrito en muchas formas pero en general "es un estado de distrés más o menos permanente experimentado por el sujeto al enfrentar una amenaza percibida como capaz de destruir su propia integridad física o psicosocial, y ante la cual se siente indefenso y vulnerable".

Dolor también tiene su propia definición: "es una desagradable experiencia sensorial y emocional que se asocia a una lesión real o potencial de tejidos".

Como claramente dice en ambas definiciones, es claro que el sujeto que está experimentando el dolor debe tener la capacidad de poder procesar en el sistema nervioso el estímulo doloroso, darle interpretación, y de allí entonces al ser consciente de ello producir una respuesta emocional al sentirse lastimado, amenazado, indefenso, vulnerable, etc.

Entonces la pregunta que sigue es si el sistema nervioso del toro tiene la capacidad de procesar esa información y de producir una respuesta emocional al estímulo doloroso. La respuesta es muy sencilla: si nos atenemos a la anatomía del sistema nervioso central del toro, y en particular a las características de su corteza cerebral (que es donde se desarrollan todas las funciones mentales superiores), entonces la respuesta es no.

La corteza cerebral es donde hay mayor cantidad de neuronas y mayor cantidad de conexiones entre ellas. Son estas neuronas super-especializadas, con sus múltiples sinapsis (o conexiones con otras neuronas) las que permiten reconocer los diferentes estímulos externos, analizarlos, coordinar una respuesta adecuada tanto motora como emocional (llámese tristeza, ira, alegría o miedo, las cuatro emociones primarias).

El problema es que la anatomía nos muestra que la corteza cerebral del toro no tiene el grosor (o sea el número de capas neuronales) que tiene el cerebro humano, y biopsias de tejido cerebral vacuno muestran que el conteo neuronal y el número de conexiones interneuronales son mucho menores que en el cerebro humano.

De hecho, el toro es considerado, entre los mamíferos mayores, como uno de los animales menos inteligentes y mas instintivos que hay.

De modo que las posibilidades de que el toro este en condiciones de ser consciente de los diferentes estímulos ambientales (dolorosos y no dolorosos) son casi que nulas. Si claro, dolor si siente, pero no en el contexto que nosotros entendemos el dolor. Para nosotros el dolor fâsico va acompañado de ansiedad: estamos pensando en porque nos duele, si es algo grave, y si ese es el caso que consecuencias nos puede traer hacia el futuro (lo que se llama el contexto del dolor). El toro en cambio no tiene la capacidad de hacer ese raciocinio. El toro no tiene la capacidad de ponerse a pensar si lo que tiene es una apendicitis o lo que tiene es una espada en su lomo, o de angustiarse si se esta asfixiando en su propia sangre. Sencillamente no entiende. No es consciente de estarse asfixiando, y para el toro no tiene ningún contenido emocional si la asfixia es por sangre o agua o babas. Simplemente se echa como una respuesta instintiva lógica a la falta de oxígeno. Por ello no sufre en el sentido que los humanos entendemos el sufrimiento.

Lo que sucede con muchos anti-taurinos cuando hablan del sufrimiento del toro, es que dicen "pues como no va a sufrir alguien que ve que se está asfixiando en su sangre, o como no va a sufrir alguien que tiene una espada y unas banderillas clavadas" o cuando al toro se le descabella y queda cuadriplégico, pues "como dicen que no esta sufriendo el animalito"; algunos incluso aventureramente dicen que "el toro sabe que se esta muriendo".

El toro NO SABE que es ser cuadriplégico. El toro NO SABE que se esta muriendo. El toro no tiene la corteza cerebral equipada para entender el concepto de muerte, el concepto de cuadriplejía y por tanto no puede angustiarse cuando está en estas situaciones. El toro no tiene la capacidad cerebral para sentirse humillado o triste o iracundo porque lo están arrastrando y todo el mundo está aplaudiendo. No hay componente emocional involucrado. El toro NO SUFRE en ese momento porque no puede racionalizar lo que sucede, y esa es una condición sine qua non para poder sufrir: ser consciente de la situación desesperada en la que se está.

Cuando asumimos que el toro percibe, entiende y se angustia como lo haríamos nosotros, lo que estamos haciendo es humanizar al toro. Atribuírle características que no corresponden a su especie.

Todo lo anterior son verdades a puño. Son evidencias científicas que no resisten discusión alguna.

Para tener una discusión seria, hay que deshumanizar al toro, y de ese modo sacar de la conversación las pasiones, las ideas erradas, y los mitos y leyendas que se han ido afianzando producto de la desinformación patrocinada por el llamado movimiento antitarino. Y termino con el mismo comentario que terminé mi entrada anterior: si es usted un antitaurino, tiene el derecho a querer acabar con las corridas de toros. Pero utilice argumentos serios, no haga de idiota útil.


Thursday, February 23, 2012

Mitos Antitaurinos.

Los humanos tendemos a ser incongruentes e inconsistentes en muchos aspectos del diario vivir. Doblamos nuestras ideologías y convencimientos de acuerdo a la moda o a lo que nos convenga. En otras palabas, somos acomodados.

Y así somos para todo. Incluídos los e-mail en cadena. Nos llegan cantidades, de todos los temas: el niño que se está muriendo, el que lo amenaza a uno con mala suerte si no le da forward al mensaje, las cadenas de oración, o mensajes rosa en Power Point, en fin. Mensajes que sabemos son falsos y por ello automáticamente pasamos a la bandeja de reciclaje. Pero si nos llega un mensaje en cadena, así esté lleno de mentiras e idioteces pero dice lo que queremos oír, a ése si le damos crédito.

Es lo que pasa, por ejemplo, con los mensajes en cadena criticando las corridas de toros. Decía Joseph Goebbels que “Si una mentira se repite las suficientes veces, acaba convirtiéndose en la verdad”. Y a pesar de que estos mensajes llegan por el mismo medio y son del mismo estilo de todos los otros mensajes que nos parecen idiotas, a estos si les creemos. Y de tanto repetir, se han creado una cantidad de mitos antitaurinos que a pesar de no tener lógica alguna, los damos por ciertos sin tan siquiera preguntarnos si de pronto nos están metiendo los dedos en la boca.

Ahí va una lista de las mentiras que puedo recordar en este momento que he leído en esos e-mails:

1. Que al toro se le cuelgan sacos de arena del cuello los días antes de la corrida.
2. Que el toro es encerrado por 4 días en un cajón oscuro sin agua y sin comida para que salga débil, deshidratado y entumecido al ruedo.
3. Que al toro le entierran alfileres en los testículos antes de las corridas.
4. Que al toro le echan vaselina en los ojos para que no pueda ver por la irritación
5. Que al toro le meten tacos de algodón en las fosas nasales para que no pueda respirar.
6. Que al toro le echan irritantes en las pezuñas para que no pueda caminar.
7. Que a los toros antes de la corrida les dan una dieta rica en sulfitos para que les dé diarrea.
8. Que a los caballos de los picadores les cortan las cuerdas vocales para que no puedan chillar de dolor cuando el toro embiste.
9. Que a los toros les muelen los riñones a golpes antes de las corridas.




Estos son los corrales de las plazas de Toros de Valencia (arriba) y de Las Ventas en Madrid a la derecha. En ambos pueden ver a los toros comiendo, o con los comederos al fondo.

Pueden ver la cantidad de espacio que tienen.

Acá permanecen los toros desde que llegan de la ganadería (promedio, 4 días) hasta 3 horas antes de la corrida, momento en que se hace el sorteo de los toros y luego si son pasados a chiqueros. Como podrán ver, para nada estos son cajones donde no se pueden mover, o donde los toros no pueden comer o beber. Y a ver quién es el valiente que se mete ahí a enterrarles alfileres en las huevas a estos personajes. Pago por ver.

Pero además, por favor, pongámosle lógica al asunto: criar toros competentes y que se desempeñen bien en el ruedo es el NEGOCIO del ganadero. De eso viven él y su familia. Ahí hace su dinero. Porque pasa que si sus toros no se desempeñan durante la corrida, los aficionados se molestan y eventualmente nadie les va a comprar sus encierros porque no son atractivos. Y se van a quedar con una gran inversión que no recuperan: al fin y al cabo a un toro desde que nace hay que alimentarlo, pagarle veterinario, medicamentos (y para no agregar por ejemplo todos los gastos de compra de sementales, y tecnología de inseminación artificial que se necesita para mantener una ganadería de toros de lidia); y todo esto por mínimo 4 años, hasta que tenga la edad mínima para ser lanzado al ruedo.

En ese orden de ideas: creen ustedes que un ganadero va a dejar que a sus toros les chucen los testículos, les metan algodón en las ñatas, les echen vaselina en los ojos, les echen irritantes en las pezuñas, les pongan sacos de arena en el cuello, se los dejen aguantado hambre y se los deshidraten, sabiendo que precisamente de que esos toros salgan y se desempeñen depende que el negocito le siga funcionando por muchos más años?

Señores y señoras, espero que con imágenes y con un poquito de sentido común, hayan llegado a la conclusión de que mucho de los que les dicen es falso. Y si usted es antitaurino, y quiere que se acaben las corridas de toros, eso es respetable. Pero por lo menos lleguen a esa conclusión con información de primera mano y basada en la evidencia, no repitiendo mentiras e idioteces. No se dejen ver la cara. .


PD. Hay dos mitos más, pero esos los tengo guardados para la próxima entrada.




Tuesday, February 21, 2012

Los Pro-Taurinos: llenos de Pajazos Mentales.

Ante el embate del movimiento anti-taurino, hay que decir que los defensores de la tauromaquia han adoptado la estrategia tal vez más estúpida de todas: la de la condescendencia.

Los aficionados a los Toros sabemos que detrás del aparente motor altruista que mueve al movimiento antitaurino, también hay un componente de envidia y de lucha de clases. No es descartable que un porcentaje alto de antitaurinos sean auténticos preocupados por lo que pasa con el toro en los ruedos, pero cuando parte del postulado antitaurino se refiere a “riquitos que se reúnen a emborrcharse y a celebrar la tortura de un animal indefenso” pues el tufillo de envidia y resentimiento se hace evidente.

Ahora, en toda sociedad y en toda actividad siempre habrán circunstancias que propiciarán el florecimiento del populismo y la demagogia. Y los taurinos estúpida y inmamablemente hemos adoptado posiciones petulantes, excluyentes, en las que al final lo único que logramos es reafirmar la idea de que la tauromaquia es una diversión elitista.

Cuando usamos expresiones “el toro es bello en la batalla” o como “es que los toros son un arte y por ello es algo subjetivo” lo que estamos diciendo es que sólo algunos “ungidos” estamos a la altura de entenderlo y que la plebe simplemente no lo puede entender. Error nuestro, porque la tauromaquia de hecho nació del pueblo, no de las élites.

Es claro que el toreo es un arte para los que lo disfrutamos. Y claro que las sensibilidades no se pueden describir, solo experimentar. Pero posiciones y comentarios como estos, donde miramos por encima del hombro y nos llenamos de autosuficiencia, definitivamente no nos van a favorecer para nuestra causa.

Mas bien resaltemos que los pobres y las clases menos favorecidas también disfrutan del toreo.
Recordemos como los balcones (o los popularmente conocidos “gallineros”, donde las entradas son más baratas precisamente pare ese segmento de la población menos afluente) son los primeros que se venden y que uniformemente se llenan en todos los cosos taurinos del mundo. O expliquemos que las corridas en su principio en los siglos XVI y XVII eran espectáculos públicos, donde el pueblo iba a ver las virtudes y habilidades de los nobles en el lanceo de toros bravos.

No sigamos creyéndonos nuestros pajazos mentales, como aquel de que somos mas los “pro” que los “anti-taurinos”. No nos engañemos: ellos son más que nosotros, aunque ellos no son todos los que creen ser tampoco.

Al final, esto se va a decidir en las mayorías, en las urnas. Y si no nos bajamos del pedestal y nos comunicamos con el ciudadano de a pié sin darnos aires de superioridad, serán las mayorías, mal informadas, las que acabarán con las corridas de toros.

Friday, February 10, 2012

Paraiso Travel

Despues de un buen receso de 2 o 3 meses sin escribir y tras aguantarme unos cuantos reclamos por no trabajarle al blog, llegó la hora de retomar la tarea.

Han pasado tantas cosas en los ultimos 3 meses, que ha sido dificil escoger un tema en particular. Cerati sigue conectado y abandonado a su suerte. La política se ha movido intensamente tanto en Colombia como en estas tierras gringas, los antitaurinos andan alborotados mostrando su lado anárquico e intolerante y sin pena quieren tomar decisiones sobre un mundo que definitivamente no conocen, derecha e izquierda se muestran los dientes por el tema Palacio de justicia, y el Once Caldas perdió con el Junior la final del torneo Colombiano.

Las estadísticas de este blog muestran claramente que las entradas que van acompañadas de imágenes son las más visitadas. Así que voy a darles gusto y compartir algunas fotos del viaje reciente que hice a Hawaii, donde tuve la oportunidad de visitar a mi hermano que lleva ya unos 7 meses viviendo allí.

El viaje constó de dos partes: una parte donde estuvimos en Oahu (donde se encuentra Honolulu), y una visita de cuatro días que le hicimos a la isla de Hawaii, la mas grande de esta serie de Islas y por ello también llamada "Big Island".

Parada obligada es Pearl Harbor. Este es el monumento construído exactamente encima de donde yacen los restos del USS Arizona y de aproximadamente 1.100 de los 1.177 militares que murieron durante el ataque Japonés a este barco en 1941.


Como anécdota interesante, muchos de los sobrevivientes al ataque que estaban asignados a esta embarcación, una vez mueren son traídos hasta acá luego de cremados, y en una ceremonia especial son llevados bajo agua y se les deja en una cámara especial al interior de los restos del navío, de modo que puedan compartir eternidad y tumba con sus compañeros de infortunio. Las listas de muertos dentro del monumento le da un toque lúgubre.

El pasado 7 de Diciembre se cumplieron 70 años del ataque y casualmente para esa fecha había ceremonia programada para dejar alli las cenizas de un veterano recientemente fallecido.






Playas en cantidades alarmantes. Con arena de colores y contextura para todos los gustos. Acá otra foto en una de las tantas playas de Oahu con mi pinta de Charlie Sheen






La Flora y la fauna de las islas son espectaculares. Lastimosamente no nos tocó la época en que las ballenas visitan las islas, pero si pudimos ver varias tortugas marinas.

Acá un ejemplo de uno de estos bellos ejemplares mientras descansa en una playa de arena negra en la Isla grande.




En Isla Grande (o la verdadera Isla de Hawaii) entre tantas maravillas la atracción central es el Parque Nacional Vulcanológico con sus decenas de cráteres, y con el volcán Kilauea, que sigue arrojando lava a diario y cambiando el contorno de la isla cuando estos ríos de lava se encuentran con el Océano Pacífico.

El volcán Kilauea es considerado tal vez el más activo del mundo. Se encuentra en erupción constante desde la década de los 80 y es habitado por Pelé, la diosa del fuego.

Arriba foto de el volcán durante el día con su cráter activo, y seguidamente una imagen nocturna del mismo cráter llamado Halema'uma'u mostrándonos el reflejo de la lava fluyendo bajo tierra.




También se ven atardeceres comparables a los de Manizales, pero en vez de la magnificencia del paisaje andino de fondo, es la inmensidad del océano la que acaricia la retina.





Y obviamente, se pudo disfrutar de la compañía de mi hermano y su esposa, a quienes no veía hace aproximadamente dos años. Como pueden notar en la foto a continuación, se encuentran divinamente. A Felipe todos los años de formación militar finalmente están empezando a darle frutos: hasta que por fín logró que Lucas (su perro) saliera a hacer pipí solo por las noches al patio.