Gracias Señor Presidente.

Grandes nuestras fuerzas armadas. Heroicas. Dedicadas. Desprendidas. Llenas de amor de patria. No tenemos como pagarles a ellos, y a sus familias, todos los sacrificios, riesgos e incertidumbres por las que pasan para que la mayoría de los colombianos podamos dormir un poquito mas tranquilos.

Y obviamente gracias Señor presidente. Por usted y su seguridad democrática, somos un país mas seguro y sentimos que las FARC, las que nos tenían acorralados en las ciudades y amdedrentados, son derrotables. Eso es contundente, indiscutible y se lo reconocemos con cariño e inmensa gratitud.

Eso si, lástima que el comandante en jefe no haya querido aplicar toda su persistencia y voluntad a todos los otros aspectos de la vida nacional que no tengan que ver con la seguridad democrática. Lástima que haya dejado colapsar SU ley 100. Lástima la Yidispolitica y la viciada reelección. Lástima Carimagua. Lástima el mal uso del DAS y la politización de los servicios de inteligencia del pais. lástima Noguera en Milan. Lástima Salvador Arana en Santiago. Lástima las visitas de Job a la Casa de Nariño y lástima que haya sugerido perdonar a los parapolíticos. Lástima Agro ingreso seguro. Lástima los falsos positivos. Lástima que haya manejado tan mal el proceso de reinsercion de desmovilizados del paramilitarismo, que termina convirtiendo a ejércitos de asesinos profesionales en bandas urbanas de criminales. Lástima que le guste participar en política cuando la ley se lo prohíbe, lástima que no respete la independencia de la justicia cuando sus veredictos no le placen. Lastima que el desempleo este mas alto que cuando empezo. Y lástima los falsos positivos (si, de nuevo).

Sin embargo, muchas gracias Señor Presidente Uribe. Solo que queda la amarga sensación de que todas esas cosas buenas que se hicieron contra las FARC, se hubiesen podido lograr sin tantos "lástimas".